En el complejo mundo de las relaciones humanas, hay quienes se las arreglan con una amistad para satisfacer sus instintos más primarios. De hecho algunos/as sobreviven a éste tipo de relaciones y otros/as terminan por enamorarse.
El ser humano de por si tiene tendencia a complicar lo que debería ser una cosa sencilla, en este caso que nos concierne, en vez de disfrutar de la aventura de sexo sin compromiso, lo echamos a perder al interesarnos por la personalidad del otro/a, desarrollando sentimientos y apreciar a la otra persona por algo más que la amistad y el sexo que comparten.
Hay varios factores que ejercen influencia en este tipo de relaciones donde prima el sexo sin compromiso. De hecho, por un lado, estamos en un mundo donde cada vez son más las personas que quieren más tiempo para sí mismas, hacer y deshacer sin dar explicaciones a nadie y, por otro, una relación seria requiere la dedicación que algunos/as no están dispuestos a dar. Por tanto, es comprensible que las personas normalicemos y apostemos por las relaciones de “amigxs con derecho a roce”.
Hombres y mujeres hemos ido evolucionando a lo largo de la historia, y las mujeres actualmente podemos disfrutar de una sexualidad más libre, entendiendo que la finalidad puede ser de goce y disfrute, y no exclusivamente reproductiva, como lo había sido décadas atrás. Y aunque sigue habiendo diferencias abismales entre sexos, algo vamos avanzando y entendiendo que el sexo está para disfrutarlo siendo, en primera instancia, dueños/as de nuestro placer. Así pues, mujeres y hombres viven su sexualidad con mayor libertad y pueden elegir estar con uno o varios hombres o mujeres sin un vínculo estrecho, ni afectivo.
Otro tipo de personas que aceptan estar una relación de “amigos/as con derecho” son aquellas que aunque no están convencidas del todo con éste modelo de relación, ya sea porqué no va con los valores de él/ella o por miedo a perder a esa persona,la aceptan para sobrellevar su soledad o sencillamente personas que le tienen miedo al compromiso.
Sin embargo, y aunque parezca una alternativa liviana y práctica para moverse al ritmo de la vida moderna, lo cierto es que este tipo de relaciones pueden volverse conflictivas, especialmente cuando una de las partes se olvida de los ‘términos iniciales del contrato’ y empieza a desear un compromiso, porqué de manera involuntaria los sentimientos afloran por la vinculación.
No debemos olvidar que las personas somos un compendio entre emociones, cogniciones y pensamientos y, por tanto, separar estos tres entes durante un tiempo prolongado, puede volverse insostenible para el ser humano.
Así que si estás en una relación de sexo ocasional sin compromiso, o te estás planteando tenerla, lo principal para que la relación sea próspera es la COMUNICACIÓN. Hay que hablar, establecer límites y negociar un "pacto" de manera explicita para que la implicación sea realmente la misma por ambas partes, y no haya una de las dos que sienta más y esté sufriendo. Necesariamente, este contrato debe estar sujeto a revisión para ver, si por ambas partes, sigue habiendo el mismo nivel de implicación emocional al cabo del tiempo o de los encuentros sexuales.
La manera correcta para comunicarse es de manera empática y asertiva, es decir, dejar claro lo que cada uno quiere de manera respetuosa tanto con uno/a misma, como con el/la otra.
Que hay que tener en cuenta:
- Los/as amigos/as con derecho a roce deben estar libres de compromisos y ambas partes deben tenerlo muy en cuenta y muy claro antes de aceptar el “pacto”. Las exigencias futuras no tienen cabida, ni tampoco los reclamos o malos entendidos, tu amigo/a no es tu pareja, ni tu novio/a ni mucho menos, sólo es alguien que has elegido para el sexo casual.
- La honestidad es fundamental. Antes de empezar una relación sexual ocasional, debéis recordar que sois amigos/as y, por tanto, os respetáis y apreciáis, por ese motivo no hay necesidad de mentir, y es importante dejar algunos puntos claros. Se trata sólo de sexo, por eso si alguno de los dos conoce a alguien nuevo debéis poder ponerle fin a los encuentros sin rencor y podéis dejar de encontraros, para tener sexo, cuando ambos o alguno quiera, sin que eso afecte a vuestra amistad inicial.
- Hay que hablar de los sentimientos. Nos cuesta muchísimo ponerle nombre a las emociones que vamos sintiendo, por eso es necesario ser críticos y conscientes con nosotros/as mismos/as y analizar por qué sentimos lo que sentimos. Si realmente es porqué sentimos algo más profundo por la otra persona o porqué nos sentimos solos y nos “conformamos” con lo que tenemos. Es posible que los sentimientos de vinculación afectiva vayan aflorando a lo largo de la relación ocasional ya que compartimos un espacio íntimo a la par que divertido, pero no debemos olvidar que los encuentros esporádicos tienen una única finalidad: la sexual. /li>
- Los celos no son bienvenidos.
- Las relaciones de sexo casual no son aptas para todo el mundo. Recuerda los ingredientes principales y sé consciente de que si no estás preparado/a psicológicamente no te embarques en este tipo de relación o acabarás sufriendo. Por el contrario, si estás en una relación de amigos con derecho a roce, aprovecha con libertad y honestidad las cosas buenas que ésta te puede ofrecer.
Las relaciones humanas son complejas como también lo es muchas veces, analizar y entender nuestros sentimientos. Por eso, para tener una relación con derecho de manera saludable y duradera, con un/a amigo/a, es necesario apelar a la madurez emocional y tener muy claro qué es lo qué se quiere, para no sufrir ni antes, ni durante, ni después.
Y tú ¿has tenido o tienes una relación similar?