Cuando se acerca el buen tiempo las hormonas se nos alteran propiciando el incremento del deseo y la excitación puesto que generamos más testosterona, endorfinas y oxitocina, así que es posible que alguna vez te hayas planteado la idea de mantener una relación sexual dentro del agua, de hecho, es una fantasía erótica muy recurrente entre hombres y mujeres ¿quién no ha pensado nunca en disfrutar de una velada íntima dentro de un jacuzzi o en una playa de arena blanca en una noche de verano? y, aunque dentro de nuestra cabeza pueden resultar sumamente excitantes esas escenas, existen diversos factores que debes tener en cuenta si quieres convertir esta fantasía erótica en un deseo tangible y placentero.
Prepara la velada
Tener sexo bajo el agua puede ser una grata experiencia si tenemos en cuenta los ítems que os comento. Además, la intimidad es algo fundamental para el disfrute de experiencias novedosas y no siempre la encontramos en los medios acuáticos (playas, piscinas públicas, etc.)
Pero si disponemos de bañera o piscina, ya sea en nuestra casa o en el hotel al que os habéis escapado el fin de semana, puede resultar mucho más viable.
Como en toda interacción que se precie, el contexto debe ser propicio e invitarnos a pasar un buen rato. Por tanto, crear un ambiente cálido que nos seduzca y nos incite es fundamental para que la interacción sexual salga como esperamos.
La novedad
El sexo en el agua puede hacer que las parejas se sientan más unidas por el hecho de probar cosas nuevas que resulten excitantes para ambos. La innovación hace acrecentar el vínculo con la otra persona, y puede provocar mucho placer por el hecho de compartir un momento erótico novedoso con la persona que amamos.
Lubricación externa
Lo lógico es pensar que el agua mejora la lubricación íntima, pero la realidad dista mucho de ésta idea, puesto que lo más probable es que suframos sequedad y eso nos irrite la zona íntima haciendo que el sexo se vuelva incluso doloroso.
El agua elimina la lubricación natural de la vagina y es por eso que se recomienda el uso de lubricante externo resistente al agua para que se pueda disfrutar al máximo de esta experiencia. Aunque si usas preservativo, recuerda que sólo puedes utilizar los lubricantes base agua ya que estos no dañan el látex.
¿Preservativo y agua?
Podemos utilizar el preservativo en el agua pero debemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Debe ponerse cuando el pene está completamente erecto y antes de entrar en contacto con el agua. Si no lo hacemos así podría rasgarse e incluso llegar a romperse, además que cabe destacar que ponerse un preservativo dentro del agua no es una tarea sencilla, ni para los más expertos.
- Utiliza sólo preservativos homologados por las autoridades sanitarias. Consulta con la marca que uses, qué modelo de preservativo puede ser el más adecuado para usar en el agua.
- Recuerda que debes utilizar el preservativo antes de cualquier contacto genital y durante toda la penetración y no sólo en el momento de la eyaculación. Y, por supuesto, usa un preservativo para cada acto sexual, nunca reutilices el mismo.
- No uses más de un preservativo a la vez creyendo que son más seguros, la fricción puede dañarlos y romperlos.
Riesgo de embarazo y ETS/ITG
El riesgo de embarazo es el mismo dentro que fuera del agua, así mismo ocurre con las infecciones de transmisión genital. Ten cabeza y protégete dentro y fuera del agua. Si el anticonceptivo que habéis elegido es el preservativo es importante que al finalizar la relación sexual, y antes de que se pierda la erección, sujetes bien la base del pene y del condón al retirarlo de la vagina, para evitar que se quede dentro.
¡Ojo! Zona resbaladiza
¿Qué es mejor el mar o la piscina? Pues dependerá de cada persona y de cada pareja, lo que si voy a recordarte son un par de obviedades para ayudaros en la elección final. Quizá el mar nos resulte más romántico por todas las escenas eróticas que hayamos visto en las películas, o imaginado en nuestras fantasías, pero recuerda que mantener el equilibrio entre el vaivén de las olas, no resulta una labor sencilla. Asimismo, la arena tampoco juega un papel facilitador en la tarea, ya que las minúsculas partículas pueden meterse en los lugares más recónditos.
Por lo que respecta a la piscina o la bañera, tened cuidado en no resbalaros, ya que podrían verse frustradas vuestras expectativas. Además, si la piscina no contiene el cloro suficiente, puede que el agua no esté debidamente limpia y sea un foco de infección.
Mi consejo es que busquéis un buen punto de apoyo que os sea cómodo y os inciten a experimentar nuevas sensaciones, sin que nadie salga herido.
Los encuentros bajo el agua son un gran lugar para jugar y experimentar con nuestro cuerpo y el de nuestro/a compañero/a, pero hay que tener en cuenta que, con la penetración, los movimientos se verán limitados puesto que no poseemos el control total de los cuerpos. Pero como ya sabéis, una interacción sexual para que sea satisfactoria, no debe incluir necesariamente la penetración. Así que disfrutad del juego en pareja, de las sensaciones y de la experiencia.
El amor es ciego pero la gente no
Debes tener en cuenta que si tienes sexo en lugares públicos, puedes ser sancionado y por tanto, el encuentro puede salirte caro, literalmente hablando. Recuerda que el amor es ciego pero la gente no. Tenlo en cuenta.
Quizá pienses que son muchos los inconvenientes que se derivan de practicar sexo en el agua, pero la verdad es que la idea sigue siendo sugerente y es que el deseo vuela libre, sólo debéis encontrar el mejor lugar y el momento adecuado para dar rienda suelta a vuestra imaginación.