A la hora de comprar un nuevo producto erótico tenemos muchas cosas en mente; usos, tamaño, color, precio… Pero igual de importante es tener en cuenta los materiales que lo componen y decantarnos por un producto que cumpla con los estándares de calidad que precisamos, y saber cómo cuidarlo.
Con ese propósito está creada la Guía de Materiales empleados en Productos Eróticos, donde además de conocer los distintos tipos de materiales existentes en el mercado, podremos descubrir qué lubricante le va mejor, cómo conservar el producto en perfectas condiciones, algunos consejos útiles, y hasta qué productos pueden ser potencialmente tóxicos.
¿Tóxicos? Exacto. Lamentablemente la industria de la juguetería erótica no está igual de regulada que otras como la alimentaria, o la de juguetería infantil. Por eso es necesario conocer qué materiales son seguros y cuales es mejor darles un uso limitado.
Materiales con restricciones
Los productos fabricados con PVC, jelly (gelatina), látex, TPR y los nuevos materiales realísticos tienen una composición inestable. Eso hace que inicialmente desprendan cierto olor fuerte, que algunos tengan un tacto ligeramente aceitoso, y que con el tiempo esos materiales se degraden, pudiendo liberar toxinas perjudiciales.
Sus superficies son porosas por lo que, aunque se laven bien después de su uso, pueden albergar bacterias y olores, y fomentar la proliferación de moho. No se pueden esterilizar, así que no hay forma de evitar que el material, y por tanto el producto, tenga una fecha de caducidad tras determinado tiempo.
Es necesario controlar los posibles cambios de olor, tacto o color, y desecharlos en un punto de reciclaje cuando su periodo útil finalice. Recuerda que la salud debe ser lo primero.
La principal ventaja, y su éxito en el mercado, es que suelen ser productos con precios económicos. La desventaja, que no puedes fiarte mucho de ellos.
Materiales bodysafe
Los materiales seguros para el cuerpo son silicona, ABS, metal, cristal, cerámica, madera, piedra, y TPE (cuando éste tiene calidad alimentaria o grado médico). No quiere decir necesariamente que no podamos usar ningún otro que no esté en esta lista, solo que éstos ofrecen mayores garantías higiénicas al no ser porosos, y por ello, mucha más fiabilidad.
Son materiales sin poros, evitando así que se retengan bacterias y facilitando una desinfección por uno u otro medio. Dependiendo del material, si tiene complementos de otros materiales, o si tiene motor, será necesario seguir diferentes instrucciones a la hora de dejar nuestro producto como nuevo, en la guía te doy todos los consejos para su mantenimiento. Bien cuidados y almacenados pueden durar muchos años.
Lubrica y conserva
Debe prestarse atención al lubricante que usaremos con determinado producto erótico. Los que tienen base de agua son compatibles con todos los materiales, y son la mejor opción. A nivel corporal, se absorben de forma natural y no dejan manchas en tejidos.
Los lubricantes con base de silicona no se recomienda usarlos con productos de silicona, para que no interactúen negativamente, y en otros productos que requieran menor lubricación (cristal, metal, cerámica, piedra) hay que controlar la cantidad a usar para evitar pasarnos. No se absorben naturalmente y es preciso retirarlos de la piel al acabar.
Los lubricantes con base de aceite no suelen verde mucho en el mercado nacional, aunque sí los aceites de masaje que están optimizados para uso genital; si se usa este tipo de producto no debemos emplearlos sobre materiales porosos y cuya composición contenga aceite (jelly, látex, PVC, TPR, y materiales realísticos).
Para una buena conservación de los productos, y de nuestra salud, es necesario lavarlos antes y después de cada uso, y secarlos a conciencia con un paño que no deje pelusas antes de guardarlos en una caja, funda; y nunca guardar productos porosos en contacto con otros (porosos o no) para evitar accidentes.
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