No finjas más orgasmos

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En la revista científica The journal of sex research, se han publicado los resultados de su última investigación al respecto: un sorprendente 68% de las mujeres frente a un no menos impactante 33% de los hombres afirmaron haber fingido el orgasmo alguna vez durante sus encuentros sexuales. Por eso hoy vamos a ver, cuáles son las causas y consecuencias que tiene el hecho de fingir orgasmos en la cama, y veremos qué podemos hacer delante de una práctica sexual que no nos está gustando y/o nos resulta molesta y/o dolorosa. También os voy a dar unos cuantos consejos útiles a tener en cuenta para poder vivir una sexualidad placentera sin ficciones y libre de interpretar papeles de películas.

En la sexualidad en general y en el sexo en particular, es necesario una comunicación fluida y sincera para que las cosas funcionen. Esto vale tanto si tenemos una pareja estable desde hace tiempo, o bien tenemos sexo casual con personas que no conocemos demasiado. Pero para poder comunicarnos de manera honesta, es de vital importancia ser asertivos, es decir, tener la capacidad y habilidad necesaria para expresar lo que queremos y sentimos de una forma amable, sincera, abierta y adecuada, tanto con nosotros/as mismos/as, como con la otra persona.

Vivimos en una sociedad complaciente, y ya desde pequeños nos educan de manera más o menos consciente, a ser atentos/as con los demás, muchas veces, incluso, llegamos a anteponer los deseos de terceras personas a los nuestros propios.

Y eso, es un craso error. En los encuentros íntimos, entendemos que una persona asertiva es aquella que se responsabiliza de su propio placer, sabe comunicar lo que desea y/o prefiere y también, es capaz de decir no. En definitiva, significa actuar de manera congruente con nuestras creencias y deseos.

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No hay nada de malo en poder expresarse libremente, el quid de la cuestión está en cómo lo hacemos, -encontraréis ejemplos de comunicación sexual asertiva al final del post-, antes de adentrarme en materia, dejadme deciros que para poder expresar lo que nos gusta, necesitamos como condición sine qua non, saber lo qué nos gusta, valga la redundancia. Y para ello, es imprescindible el AUTOCONOCIMIENTO. Porqué si tú mismo/a no sabes lo que te produce placer, difícilmente lo podrás comunicar a otras personas. Además, la vergüenza, la educación afectivo-sexual recibida (o no) también interferirán en tu capacidad asertiva.

¿Por qué fingen ellas los orgasmos?

La práctica sexual en la que más se fingen los orgasmos en el coito, es decir la penetración. Y es que la sociedad coitocentrista y el machismo no favorecen a nadie y la idea de que cuanto más rato penetre el hombre a la mujer, más satisfactorio será la relación sexual para ambos, podemos ir desterrándola. Sino, pregunta a tu compañero/a qué opina de las penetraciones prolongadas. En ellas, generalmente, está acción reiterada provoca, a nivel físico; escozor, enrojecimiento e incluso, puede llegar a ser doloroso. A nivel psicológico, puede provocar aburrimiento, sensación de quemazón y/o ganas de que finalice dicha interacción.

En casi cada post os lo comento, pero no debéis olvidar que la mayoría de mujeres necesita de la estimulación directa con el clítoris para poder llegar al clímax, así que no os lo olvidéis.

Cuando las mujeres fingimos orgasmos, generalmente, suele ser para no dañar la autoestima de nuestra pareja sexual y evitar que, el hecho de no conseguir un orgasmo, se lo tome como algo personal. Pero no nos damos cuenta de que el mensaje que estamos transmitiendo, es que esa práctica nos está llevando al séptimo cielo y que en venideras ocasiones querremos repetir . Y si creemos que algo lo estamos haciendo bien, tenderemos a repetirlo. ¿Realmente quieres eso?

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¿Por qué fingen los hombres?

Los hombres también saben jadear y retorcerse de placer y, además, debéis saber que eyacular y llegar al orgasmo son dos procesos independientes. Y aunque generalmente es un proceso de se da de manera conjunta, un hombre puede llegar al orgasmo sin expulsar una gota de semen y a la inversa, puede haber eyaculación, sin sensación orgásmica. Así que eso de “a ellos se les nota si mienten”, no es cierto.

Los hombres también suelen fingir para no herir a su pareja, por falta de experiencia sexual y/o para ocultar una posible disfunción sexual.

Antes os comentaba que el machismo también perjudica a los hombres y es cierto, el mensaje que va calando en los hombres es siempre tienen ganas, que deben ser buenos amantes y que sino “cumplen” en la cama, deberían cuestionarse su masculinidad. Y eso me parece cuanto menos, espantoso. La valía de un hombre no se mide en la funcionalidad y potencia de su pene.

¿Cómo ser asertivos sexualmente?

Primero de todo requiere ser conocedores/as y responsables de nuestro placer y entender que la asertividad sexual, no significa dar rienda suelta a la sinceridad (o más bien, sincericidio) y atropellar los sentimientos de la otra persona sin filtro alguno. Se trata de comunicar lo que se siente de manera equilibrada, dejando fuera del discurso, adjetivos que descalifiquen a la pareja. La verdad bien dicha no tiene que herir si también el otro está preparado para recibirla. La verdad es muy subjetiva, y la asertividad nos ayuda a poder decir nuestra verdad desde nosotros.

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Si yo digo por ejemplo: “esto que me estás haciendo, lo haces fatal”, es algo agresivo y en el fondo estoy haciendo un juicio de valor sobre la otra persona. En cambio si digo: “mira, no me acaba de gustar tal cosa” o “me resulta molesto cuando me tocas tan fuerte en ésta parte, a mí se me hace incomodo ”, es muy distinto porque estoy hablando desde el yo, es decir, lo estoy poniendo en mí, en mi sentimiento y en mi forma de vivirlo. Ya no estoy incriminando, ni juzgando a la otra persona en nada, sino que es mi sentir.

Una comunicación clara y respetuosa con la pareja sexual facilita que la otra persona nos conozca mejor en esta área, al igual que nosotros a ella, favoreciendo una mayor satisfacción de ambos. ¿Cuál es el pero?

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