¿Contar mi pasado sexual?
Cuando empezamos una nueva relación debemos pensar que esa persona no es una tabula rasa, ni un papel en blanco, como tampoco lo somos nosotros. Estamos hechos de experiencias, positivas y negativas, y en el amor, las relaciones afectivas y la sexualidad, no es diferente. Así que, seguramente, tu nuevo amor haya tenido un pasado erótico con otras personas.
Así que, se consciente que nuestro pasado determina nuestro presente y gracias a todas las experiencias vividas, somos quién somos actualmente. Hacer un buen aprendizaje de las vivencias pasadas es necesario para no cometer los mismos errores en el presente, o el futuro, y nos ayuda a seguir construyendo una vida que nos satisfaga.
Lo primero que debemos tener claro es por qué y para qué queremos conocer la biografía sexual del nuevo amor, así como, si quieres saber poco, mucho, con o sin detalles. Y ¿por qué es importante tener claro estas cuestiones? pues bien, porqué se trata de no sufrir innecesariamente por historias pasadas, sino de utilizarlas en vuestro beneficio. Si sigues leyendo, te contaré cómo sacar partido de tu pasado sexual y el de tu pareja par que podáis aprovecharlo en vuestra relación actual.
Otra cuestión que es necesario que sepáis es el hecho de que proporcionar información íntima a vuestra pareja es algo opcional y que requiere de madurez. Es decir, tener una pareja nueva no implica de por se, explicar todo lo que has hecho, dicho o fantaseado, como tampoco se trata de obviar el pasado sexual de cada uno. ¿De qué se trata entonces? De ser prudentes con la información personal que brindamos a la otra persona. Pero si compartir tu pasado erótico conlleva una intención implícita (o explicita) de hacer daño, menospreciar o avivar inseguridades, abstente. Porqué no os proporcionará ningún beneficio como pareja, ni mucho menos a tu pareja. Así que, como no siempre es fácil digerir según qué conversaciones y es posible que afloren los celos o la conversación se vuelva incomoda al escuchar las “batallitas” de tu pareja, os doy unos cuantos consejos a tener en cuenta a la hora de explicar (y atender) a las cuestiones del pasado sexual y erótico.
Consideraciones a tener en cuenta:
- Ni opiniones, ni juicios de valor.
Tu pareja se está sincerando así que no te rías, ni des tu opinión de manera gratuita. Escucha de manera abierta y si quieres decir algo, utiliza la empatía y la asertividad. Recuerda que estamos hablando del pasado y tú, y tu pareja, sois personas que habéis evolucionado y que tenéis un bagaje.
Así que entender que la persona del pasado no es la misma que tienes enfrente, te ayudará a entender que tu pareja eligió estar contigo y compartir su vida contigo. - Evitar comparaciones
Se consciente de qué quieres contar y cómo hacerlo, pues podrías incentivar comparaciones sobre la ejecución, la pasión, la intensidad, etc. Y eso NO es positivo para la pareja. Dependiendo de la forma como lo relates, puede alimentar fantasmas e inseguridades en tu pareja. Y seamos realistas ¿qué ganaras explicando estas características? - Explicar muchos detalles
Ten en cuenta ¿Qué aporta a la relación el hecho de revelar la fortaleza, tamaño, agilidad en los movimientos, creatividad erótica -entre otras características- de tus antiguas parejas? A ciencia cierta, os puedo garantizar que aporta muy poco o nada. - Analizar qué contamos
Podrías revelar tu pasado sexual, sobre todo si tiene una repercusión importante en la dinámica de la relación, por ejemplo, alguna situación de violencia, experiencias negativas, etc. En caso que tengas o hayas tenido alguna infección de transmisión sexual (ITS), y que esto afecte o pueda afectar a tu salud sexual o reproductiva, como a la de tu pareja. En ese caso, tu pareja tiene el derecho a saberlo para poder protegerse con el uso de preservativo o a tener otro tipo de prácticas. - Sentido de la oportunidad
No todos los momentos que compartes con tu pareja son adecuados para hablar de estos temas, por ejemplo, durante el sexo, quizá no sea el mejor momento, pues dependiendo de la información, puede arruinar la interacción sexual. Así que buscar un espacio neutral y en un momento donde os sintáis cercanos y dispuestos a compartir y dialogar, siempre será la mejor opción. - Deja atrás los pensamientos e ideas machistas
Muchas relaciones heterosexuales están marcadas por ideas machistas interiorizadas. Estos pensamientos pueden ser imperceptibles si no hacemos un poco de introspección. Así que para facilitarte la faena, te diré que una de las dificultades con las que nos podemos encontrar es el reproche al que muchos hombres someten a sus parejas mujeres, por el simple hecho de haber vivido su vida sexual de manera libre y satisfactoriamente y con varias parejas, tanto afectivas como exclusivamente sexuales. - ¡Sí al placer!
Si conoces técnicas, estrategias, juegos o juguetes sexuales para disfrutar y conseguir orgasmos satisfactorios y placenteros, no revelar éste descubrimiento, sería privarse del disfrute, y como el placer es un derecho sexual inherente al ser humano, lo más adecuado sería comentar cómo te diviertes y disfrutas de tu intimidad. Llegados a este punto, no es necesario que cuentes dónde lo aprendiste o con quién.
Si a tu pareja le cuesta entender tu historia, evalúa si darle un poco más de tiempo para que procese la información y si necesita ayuda de tu parte. Por otro lado, considera si es adecuado seguir contando más cosas íntimas de ti. Pon especial atención si tu pareja comienza con escenas de celos, descalificaciones o comienza a exigir estar enterado/a de cada paso que das, toma medidas y valora si es el tipo de pareja con la que quieres estar.
Recuerda que lo que toda pareja busca (y necesita) el BIENESTAR.
Por tanto, cada persona es libre de contar o no su pasado sexual, pero si lo haces, cultiva y practica la comunicación sana, para que ésta u otras conversaciones que pudieran ser difíciles de digerir se conviertan en parte del crecimiento y haga fortalecer el vinculo afectivo entre vosotros/a. Contar el pasado sexual debe ser algo que os beneficie como pareja, jamás para avivar inseguridades, provocar celos o establecer comparaciones.
