En este artículo te voy a dar unos cuantos consejos para que los pongas en práctica en el caso de que te hayas planteado la idea de no salir de la cama -el sofá, la mesa, el suelo- o de tu casa en general, durante todo el fin de semana, porqué la temperatura se ha apoderado de vuestros cuerpos y vuestras mentes y os apetece retozar de placer.
Antes de empezar, me gustaría comentarte que más cantidad de sexo no es sinónimo de mayor placer, ni más virilidad, ni mucho menos, de mayor satisfacción sexual, así que si tu idea y la de tu pareja sexual (o parejas), es la de pasar una noche (día) de sexo desenfrenado, que sea porqué os apetece y no por una obligación social, ya que si es así, decidme ¿qué gracia tiene? Quizá la idea de comentarlo con los/as amigos/as pueda ser tentadora, pero recuerda que la clave está en la calidad y no en la cantidad. Así que más “puntos”, no implica más satisfacción.
Pongamos que habéis decidido organizar una velada de sexo maratoniano, porqué os apetece por puro placer y, también, por poneros un poco a prueba. En este caso, es necesario que tengáis presente una serie de ítems para hacer más satisfactorio el encuentro y no desfallecer en el intento.
1. AMBIENTACIÓN Y CONTEXTO
Toda historia necesita una buena ambientación, así pues, aunque estemos en la comodidad de nuestra casa, no implica que debamos descuidar el escenario, ¡todo al contrario! Así que, mantén el espacio más o menos recogido, para que visualmente nos de una sensación de bienestar y no vayamos tropezando a lo largo de la velada. Otra sugerencia es que ambientes, al menos, un espacio de la casa: el dormitorio, por ejemplo. Ponle sabanas limpias a la cama para que de esa sensación de frescor, aunque luego se sude y se ensucien, cuidar éstos pequeños detalles, marcan la diferencia.
Hazte con unas velas perfumadas para estimular el olfato y dar una luz cálida y sensual al espacio principal. A mi me gustan mucho las de Shunga, ya que, a parte de oler estupendamente, se convierte en aceite de masaje al arder.
2. MENÚ
La comida es un imprescindible antes, durante y después del sexo, así que haz un buen planning del menú y haz una buena compra de alimentos que os proporcionen energía, por ejemplo: plátanos, aguacates, fresas, nueces y almendras (sin sal), chocolate puro, verduras de temporada y no te olvides del agua.
Como todo actividad física que se precie, es necesaria una buena recuperación y, aunque es más sencillo pedir una pizza a domicilio, no suele ser una gran opción nutricional. Así que podéis preparar una cena suculenta y dejaros preparados unos aperitivos para ir recargando pilas, o jugar con la comida, a medida que vaya transcurriendo la noche.
3. HABLA DE SEXO CON TU PAREJA
Habla con tu pareja de lo que te gusta, de tus deseos y escucha los suyos. Los gustos son personales e intransferibles, así que evita reírte si algo no te gusta o te parece “descabellado”, hay que llegar al consenso y sólo llegareis a él mediante la comunicación.
Dar las cosas por sentados o por lo que socialmente hemos aprendido es un error, así que habla de manera asertiva con tu pareja de lo que te gustaría experimentar y lo que no y recuerda que no tenemos porqué comentar todas las fantasías que nos resultan excitantes, pues quizá lo son mucho más en nuestro imaginario erótico que en la práctica.
4. CUIDA TU MENTE Y TU CUERPO
El principal órgano implicado en las relaciones sexuales es el cerebro. El sexo tiene que ver con sentir, y sentimos con el cerebro y sí, el orgasmo también lo experimentamos en el cerebro, no en los genitales, como popularmente se cree.
Dedícate tiempo a pensar qué y cómo te gusta y qué puede satisfacer a tu pareja, así como a preparar la velada, eso no significa que nos obsesionemos, sólo que tengamos presente aquello que necesitaremos.
Cuida tu higiene y, a partir de aquí, el resto es cuestión de gustos: con pelo, sin pelo, con perfume o sin perfume.
Ten presente que la ingesta de alcohol u otras substancias como el tabaco, pueden perjudicar a la interacción, ya que si nos sobrepasamos, quizá veamos frustradas nuestras expectativas.
5. RECORRE VUESTRO MAPA ERÓGENO
El cuerpo humano tiene muchas terminaciones nerviosas y, por tanto, todo tú eres susceptible a experimentar placer a través de los poros de tu piel. Atrévete a probar y olvídate de los tabús y de las normas establecidas. Los límites los marcáis vosotros y si algo no te gusta, dilo.
Ten presente que no es necesaria la penetración para que la experiencia sea fantástica para los dos (o las personas invitadas). Y que tampoco, de manera necesaria, debe acabar con un orgasmo.
6. JUEGA Y DIVIERTÉTE
El mundo de las fantasías eróticas es tan infinito como puedas imaginar. Y un buen recurso podría ser disfrazarse para interpretar diferentes roles y/o personajes que os puedan excitar.
Otra sugerencia, que puede ser complementaria a la anterior, es la de introducir juguetería y cosmética erótica para experimentar con nuevas sensaciones. Los juguetes son buenos aliados en las interacciones sexuales y sirven para estimular nuestros cuerpos con diferentes sensaciones, vibraciones y/o temperaturas.
También puedes moverte a lo largo (y lo ancho) de la casa, dar rienda suelta y probar otros espacios como la ducha, en la mesa del salón o, incluso, en el suelo, pueden ser una buena opción.
Ahora sí, pon en marcha estos consejos y, sobre todo, no lo hagas por nadie más que por ti y tu pareja. No necesitas demostrar nada a nadie. Así que olvídate de los estereotipos y presiones sociales, y concéntrate en disfrutar de la maratón, la carrera de obstáculos, la marcha atlética o como te apetezca llamarlo.