¿Qué es el sexo anal?
El sexo anal es la práctica sexual en la que se introduce el pene -o un juguete sexual- en el ano y el recto de la pareja.
El ano es zona erógena y ésta parte del cuerpo tiene las terminaciones nerviosas suficientes para competir con la vagina y el pene. Por lo tanto, estimular esta parte del cuerpo correctamente, puede ser igual de satisfactorio que otras prácticas.
Desde la Edad Media el sexo anal se ha considerado un tema tabú y a lo largo de los siglos casi todas las religiones la han condenado. Las razones de este rechazo son variadas, por un lado, el sexo anal era una de las medidas naturales más utilizadas para controlar la natalidad; por otro, la práctica de este sexo tenía altos riesgos higiénicos. Esta desaprobación se ha mantenido hasta la actualidad. En Estados Unidos, por ejemplo, en 2007 el sexo anal seguía siendo un delito en algunos estados, incluso si se practicaba en matrimonios legales.
A día de hoy, el sexo anal es una de las prácticas sexuales más extendidas entre las parejas homosexuales y también heterosexuales, de hecho, el ranquin de juguetes más vendidos, así nos lo indica también.
Que a un hombre le guste el sexo anal, no tiene porque ir vinculado con su orientación sexual, recuerdo que, si hacemos un poquito de clase de anatomía genital, el Punto P –Punto Prostático-, que sería el equivalente al Punto G femenino , se encuentra a unos 3 centímetros de la entrada del ano. Por lo tanto, es normal que los hombres sientan placer al estimular esta zona.
A continuación, os expongo una serie de pasos a tener en cuenta si queremos practicar sexo anal:
Sexo seguro
Esta práctica sexual no está exenta de riesgos. La mucosa rectal es muy sensible y es un lugar propicio para que se desencadenen infecciones. Además, ésta mucosa cumple una función absorbente, función que puede aumentar ante una penetración fuerte, y puede provocar que se generen pequeñas heridas y hemorragias en la zona rectal.
Los riesgos más frecuentes son:
- Hipotético contagio de infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la sífilis, los herpes genitales o la gonorrea.
- Origen de enfermedades por sexo anal, como el virus del papiloma humano (VPH) y cualquier clase de hepatitis.
- En caso de que se emplee excesiva fuerza, pueden aparecer desgarros, lesiones o hemorragias.
- Cuando no se hace uso de protección y las condiciones sanitarias no son las adecuadas, provoca infecciones.
Vamos, como cualquier práctica sexual y si además no conocemos a la pareja sexual, tenemos que usar preservativo ¡SIEMPRE! Además de que el preservativo contiene lubricante que nos ayudará a que la penetración sea más suave. Así que no valen excusas.
Higiene en el sexo anal ante todo
Aunque se realicen lavados rectales (con agua tibia), es conveniente utilizar siempre un preservativo, como he comentado anteriormente. En el ano siempre quedan sustancias fecales que pueden dar lugar a infecciones no deseadas.
Además, si se introduce el pene en esta cavidad, puede romper alguno de sus vasos sanguíneos, por lo que podemos estar más expuestos a contraer infecciones de transmisión genital.
Si se puede, es conveniente que nos lavamos antes de practicar sexo anal, utilizando jabones sin perfume, ya que podrían irritar la zona.
Hay parejas, que para una mejor preparación, usan duchas anales, enemas y/o evacuación del recto. Cuestiones que se debería hablar con la pareja sexual para acordar el sistema de limpieza que nos haga sentir cómodos.
Un dato a tener muy en cuenta, NUNCA se debe introducir el pene en la vagina, o en la boca, después de haber estado dentro del ano, ya que es un foco de infección muy grande, por tanto, hay que cambiar el preservativo antes de cambiar de práctica.
Lubricación
El ano y el recto no generan de forma natural una lubricación que facilite las relaciones sexuales, no es como la vagina o la boca, donde hay una serie de mucosas que segregan sustancias. Asimismo, al contrario que la vagina, los músculos de esta zona no son tan elásticos e impiden la dilatación. Esto puede provocar que en muchos casos se produzcan heridas y desgarros. Para evitar esto, las parejas que quieran practicar sexo anal deben usar SIEMPRE algún tipo de lubricante que favorezca la penetración. Los lubricantes naturales, como la saliva, se evaporan rápidamente por lo que es recomendable utilizar un lubricante sintético.
Los lubricantes de base silicona son más densos, resbalan más y ayudan mucho más a la lubricación ya que no se secan tan rápido, es por eso que son altamente recomendables para la penetración anal, como para mujeres que sufren sequedad vaginal –recordemos que la sequedad vaginal tiene un origen multifactorial, y no siempre es por cuestiones de edad.
Los contras, tienen el defecto que pueden dañar y, por tanto, hacer inútil el preservativo de látex y no es compatible con los juguetes eróticos, ya que los desgasta y puede causar irritaciones.
Los de base acuosa son los más naturales, se absorben con facilidad y se mezclan con nuestros fluidos naturales sin dejar residuos. Son los más recomendados para usar con preservativos de látex y para aquellos que no tienen problemas de sequedad vaginal pero quieren disfrutar más de sus relaciones sexuales. Por su origen natural se puede utilizar a diario, ya que no dañan la piel.
El lubricante de base de agua: no se pega, no mancha las sábanas, al no estar perfumados no irrita el pene ni la vulva, es inodoro y se limpia más fácilmente después de la interacción sexual.
Sin embargo, en cuanto a su composición, al ser de agua se evapora con más facilidad y es normal tener que aplicarlo varias veces durante la relación sexual. También pierde utilidad en la bañera o en la ducha, ya que se disuelve con el agua, por eso es importante comentar que, ahora que estamos en verano, y tener relaciones con penetración dentro del agua se convierte en una posibilidad, es importantísimo que no nos olvidemos de la lubricación.
Cabe mencionar que no es recomendable el uso de lubricantes que contengan sustancias anestesiantes (benzocaína), ya que si estamos introduciendo algo por el recto, la persona no lo notará; no notará placer, ni tampoco sabrá si le está haciendo daño y eso puede llegar a ser peligroso.
Paso a paso en el sexo anal
La penetración anal no se consigue de la mañana por la noche. En muchas ocasiones requiere de varios intentos antes de conseguir introducir el pene. Ante todo, la persona tiene que estar muy excitada, al tiempo que relajada. Si no, la penetración será imposible.
Hay que presente, y esto es muy importante, que así cono la vagina tiene tope: la entrada del cuello del útero, y por tanto, no podemos perder lo que nos introduzcamos, el ano, NO. Por lo tanto, si usamos juguetes sexuales, deben ser especializados para el uso rectal. La condición básica es que deben tener una base, un tope, mayor que lo que nos introducimos. Y así evitaremos "perder" y evitar disgustos que pueden acabar en urgencias médicas e incluso con cirugía.