El placer femenino siempre ha generado mucha controversia, produciendo siempre preguntas en vez de resolver dudas y proporcionar respuestas. Con el tiempo, esta controversia aún ha aumentado más por el llamado punto G. De hecho, es muy común que se discuta el orgasmo femenino como un misterio científico, cuando en realidad se conoce bastante bien. El punto G femenino te puede traer intensos orgasmos, ¡y hasta hacerte eyacular! –es lo que se conoce como eyaculación femenina y lo veremos al final de esta guía.
En Miorgasmo lo destapamos todo sobre el punto G para ayudarte a cumplir todas tus fantasías. Pero comencemos con lo básico.
¿Qué es el punto G?
El punto G –o punto Gräfenberg– se denominado así por el apellido de la primera persona que lo descubrió, Ernst Gräfenberg, en la década de los años 50. Para entender que es el punto G y donde se encuentra tenemos que indagar un poco de la anatomía sexual de la mujer.
El punto G se haya en el interior de la vagina, no en el exterior. En realidad, la vagina es un conducto muscular que no es igual de sensible en todas las partes, la zona más sensible de la vagina es el primer tercio cerca de la entrada. En la parte frontal del primer tercio de la vagina se encuentra el punto G. En realidad, más que un punto exacto es una zona, y existe en todas y en cada una de las mujeres, pero en cada mujer puede tener dimensiones diferentes. El punto G se encuentra en la pared anterior, es decir, la que se encuentra más próxima al ombligo. Y se encuentra entre unos 3 cm y 5 cm de la entrada de la vagina.
Y justo encima del punto G se encuentran las glándulas de Skene, también conocidas como la próstata femenina. En realidad siempre que hablamos del punto G también estamos hablando de la próstata femenina. Estas glándulas de Skene están conectadas a la uretra y cuando nos excitamos producen y se llenan de un líquido, aumentando de tamaño y permitiendo que el punto G sea más fácil de localizar. Estas glándulas de Skene son las responsables de la eyaculación femenina, es decir, el líquido que contienen las glándulas de Skene són expulsado por la uretra debido a las contracciones del orgasmo. Un orgasmo combinado con la eyaculación femenina es una de las más intensas sensaciones que una mujer puede experimentar.
Al presionar el punto G, también estás estimulando la estructura nerviosa del clítoris. El clítoris és muchísimo más grande que la pequeña punta que sale del capuchón –conocido como el glande del clítoris–, ¡la parte visible del clítoris es solamente la punta del iceberg! Dentro del cuerpo el clítoris se bifurca como en dos piernas –llamadas pilares del clítoris– que abrazan el orificio vaginal. Entonces al presionar el punto G estas moviendo y estimulando la parte interna del clítoris que es mucho más grande y que también puede producir un enorme placer.
Como encontrar el punto G y como estimularlo
Al principio para encontrar el punto G y estimularlo vamos a utilizar los dedos. La vagina es un órgano delicado y por ello la higiene es muy importante, siempre que tú o tu pareja vaya a meter los dedos es importante que lavéis bien las manos para evitar cualquier infección. También es importante que las uñas estén bien cortadas para no lastimar la vagina. Y como siempre, la lubricación es fundamental. Usa un lubricante de agua –o bien de silicona si lo prefieres– y añade lubricación en el interior de tu vagina y en los dedos.
Antes de empezar a buscar el punto G primero de todo debes entender que el punto G no es un botón mágico que lo apretas y de golpe sientes un orgasmo explosivo. Además, encontrar y estimular el punto G te va a ser mucho más fácil una vez estés bien excitada, por lo que primero debes hacer unos juegos previos o masajes, excitarte mentalmente y en general buscar de satisfacer todo el cuerpo antes de ir abajo a buscar el punto G. Sin estar excitada no vas a conseguir mucho placer de esta área. Esto es debido a que cuando no estás excitada, el punto G es muy pequeñito, del tamaño de un guisante, mientras que una vez estás ardiente de placer toda esta zona se hincha creciendo de tamaño.
Comienza metiendo solamente un dedo para localizar el punto G y para que la vagina se vaya adaptando. Recuerda que el punto G se encuentra en la pared anterior de la vagina –la que se encuentra cerca del ombligo–, de manera que si estas tumbada boca arriba la yema de los dedos debe estar también boca arriba. Al introducir el dedo, ya desde el inicio de la vagina la textura de ésta es muy suave, y al continuar introduciendo el dedo va a haber un momento no muy profundo en que la textura de la pared es muy rugosa, protuberante, como si hubieran una bolitas muy chiquitinas, ¡Has llegado al punto G! Si te cuesta llegar al punto G puede que te sea más fácil si lo haces acostada en la cama con unas almohadas bajo la pelvis.
Como ya he dicho esta bastante cerca del inicio de la entrada de la vagina, no debería ser necesario introducir más de dos falanges de tu dedo para encontrarlo. Para estimular el punto G con dos dedos introduce el dedo índice y medio. Una vez las yemas de los dedos encuentren el punto G realiza el gesto de “ven”. También puedes hacer círculos, o como si los dedos palpitaran, o tocar el punto G y dar gentilmente pequeños empujones. El punto G nunca debe presionarse de una manera fuerte y constante. Al principio puedes pasar por el punto G indirectamente, acariciando toda parte anterior de la vagina y de pasada ir tocando el punto G.
Si es tu pareja quien va a estimular el punto G, le será bastante más fácil utilizar el dedo medio y el anular. El dedo índice y meñique se encontrarán fuera descansando en los labios de la vagina. Entonces la palma de la mano debe estar también lubricada y reposando encima del clítoris –¡Qué guay!– mientras introduce el dedo medio y el anular dentro de la vagina haciendo el movimiento de “ven” (la mano debe estar en el mismo sentido que si lo hicieras tú sola). Una vez tengas experiencia con el punto G, si quieres intensificar el orgasmo un poco más, puedes presionar la parte baja del abdomen mientras estimulas el punto G.
Estimulando a la vez el clítoris lograrás una mayor excitación y un orgasmo más potente con el punto G, ya que como hemos visto anteriormente, el punto G se encuentra muy cerca de los nervios del clítoris.
Por cierto, al estimular el punto G, puede dar una sensación como de querer hacer pípí. Eso es debido a que esa parte se encuentra muy conectada con la parte urinaria. Para sentirte más segura ves al cuarto de baño antes de empezar el juego para a vaciar la vejiga y de esta forma te sentirás mucho más cómoda.
En nuestra tienda también encontrarás vibradores para el punto G, que tienen una forma curvada hacia arriba. Gracias a su forma estos juguetes logran estimular el punto G. No hay que introducirlos mucho. Puedes dejar que tu vibrador toque y estimule el punto G durante un tiempo y luego sacar el juguete e introducir los dedos para acabar la acción y llegar al orgasmo. Algunos de nuestros juguetes hasta simulan el movimiento de “ven” que hemos explicado anteriormente para conseguir llegar al orgasmo. También te pueden interesar los famosos vibradores conejito rampante, que te permiten estimular a la vez el clítoris y el punto G ayudándote a conseguir un orgasmo explosivo.
El punto G y la eyaculación femenina
¡Oh, sí, sí! ... ¿Qué paso? ¿Me hice pípí?
La eyaculación femenina –en inglés es denominado squirt o de su práctica squirting–, ocurre gracias a la próstata femenina. Cuando las glándulas de Skene son correctamente estimuladas mediante el punto G, estas comienzan a producir y llenarse de un líquido. Es un líquido sin color ni olor que no tiene nada que ver con la orina.
Cuando viene el orgasmo, todos los músculos de la parte frontal de la vagina se contraen, exprimiendo esas glándulas. Como las glándulas de Skene se encuentran conectadas con la uretra ese líquido sale por el mismo sitio que por donde orinamos, pero no tiene nada que ver con la orina. De hecho, análisis realizados a este líquido indican que es bastante parecido al líquido prostático del hombre, por este motivo las glándulas Skene también son conocidas como la próstata de la mujer.
Es muy probable que al tener el orgasmo de punto G eyacules. Pero el hecho de que no eyacules no significa que no hayas llegado al orgasmo. Algunas mujeres tienen esas glándulas muy pequeñas por lo que no se hinchan suficientemente para llegar a eyacular, mientras que otras mujeres tienen estas glándulas más grandes. El placer es independiente a la eyaculación.
Las mejores posturas para estimular el punto G en pareja
Normalmente durante la penetración el pene sigue para dentro pasándose de largo el punto G, de manera que el punto G no es estimulado. Para estimular el punto G mediante la penetración es necesario que el glande del pene acaricie el punto G de la vagina. Estas posiciones te ayudarán a conseguirlo.
- El clásico perrito. Con la ayuda de unos cojines o haciéndolo en una escalera puedes conseguir que el pene estimule mayormente el punto G. Usa tus dedos –lubricados antes–, para estimular además el clítoris y así conseguir un orgasmo todavía más potente.
- Ella montada encima de él y luego ella moviendo la cadera hacia atrás para que su pene quede presionando la pared interior. Entonces arqueando tu espalda hacia atrás, puedes conseguir que el glande roce el punto G.
- La mariposa. Estírate sobre tu espalda en una mesa o mostrador, luego pon tus piernas encima de los hombros de él, que estará de pié. Luego sube tu cadera formando una curva con tu espalda y deja que él te coja de la cadera con sus manos para aguantarte mientras te empuja.
Algunos vibradores estan diseñados para ser usados en pareja y te ayudarán a estimular el punto G durante el sexo sin necesidad de probar nuevas posturas. Estos vibradores para parejas están diseñados para introducirlos en la vagina y hacerlos vibrar durante la penetración. Normalmente constan de dos motores para estimular a la vez el punto G y el clítoris.
Nunca dejes de ser tú misma
Sin lugar a dudas, el placer femenino –tu placer– es una parte de tu sexualidad que debes descubrir y experimentar por ti misma. Aprende que es lo que más te excita y descubre cómo aumentar ese placer. Tú eres la única responsable de explorar y dominar tus zonas erógenas.
Algunas mujeres al principio no sienten nada mediante la estimulación del punto G, ¡y es totalmente aceptable! Si este es tu caso piensa en estimular el punto G como hacer una sesión de exploración de tu cuerpo en vez intentar solamente buscar el orgasmo. Algunas mujeres tienen experiencias extraordinarias mientras que otras no tanto, de manera parecida a que algunas mujeres tienen pezones sensibles y otras mujeres no.
Y nunca olvides que en realidad, tanto para el hombre como para la mujer, el mayor órgano sexual es el cerebro.